Otra vez. Otra vez ha vuelto a ocurrir... y duele.
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El dolor no es infinito, llega un momento que el corazón deja de sentir para no sufrir más. Como dice Javi, cada uno debe aprender a matar sus propios demonios...
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Y mi gran problema es que no se cómo hacerlo, aunque ya sé quienes son. Soy tan impulsiva, tan irrefrenable, tan apasionada con lo que creo y lo que siento, que... ¿doy miedo?. Ojalá fuera tan fría y tan inconmovible como Javi. Ojalá fuera piedra y no sintiera. Necesito una mordaza, atarme las manos, morderme la lengua, poner cara de poker. No sentir. No sentir. No sentir. No sentir. No sentir...
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1 comentario:
Si conoci a alguien con la capacidad de sentir plenamente por las personas, de dar y entregar el corazon eres tú.
Por lo tanto, no reniegues de ello porque alguien no halla sabido valorarlo.
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