Déjame volar mis ansias a través de las laderas majestuosas,a través de las ramas inclinadas por la brisa acariciante y necesaria
para hacerme respirar a otro nuevo día,
a través de la corriente fresca que reanima mis horas
de depresión y hastío...
Déjame engancharme a girones allá arriba, en la nieve pintada
en las cumbres silenciosas,
en estos rayos reposados y penetrantes que calman mi alma
desasosegada y triste.
Déjame rebosar mis venas de inquietudes, que la savia del mundo
haga latir mis momentos y llene de fuerza cada rincón
y me invada.
Necesito fundirme con el horizonte en un acto de amor sublime y mágico,
necesito sentir cada segundo recorriendo mi alma atormentada.
Y quiero ser yo de nuevo, como antaño. Parte de todo.
Llena... Lejana...

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