Lágrimas y sólo lágrimas
inundan mi ánimo
mis ojos irritados,
mi corazón dolorido y marchito
que se atasca en sus
latidos
ya tenues, débiles, incontrolados;
porque me abandonas.
Me abandonan mi sonrisa,
mi alegría renaciente
y tan sólo los ecos
de murmullos, de vagas imágenes
me llenan.
¡Qué inconsciente!
¡Qué triste!
inundan mi ánimo
mis ojos irritados,
mi corazón dolorido y marchito
que se atasca en sus
latidos
ya tenues, débiles, incontrolados;
porque me abandonas.
Me abandonan mi sonrisa,
mi alegría renaciente
y tan sólo los ecos
de murmullos, de vagas imágenes
me llenan.
¡Qué inconsciente!
¡Qué triste!
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