Yo no sé cantar, amigo.
Sólo sé bailar al compás de
mis penas.
Sólo sé escribir de mi mundo
y de mis fuerzas:”Te bajaría una estrella
que iluminara tu pecho abatido,
te encontraría unas alas
que te devolvieran al regazo maternal
para que pudieses
perder el tiempo mirando al mar
otro día
y te regalaría un canario amarillo
que sólo trinara tus alegrías
y te hiciera feliz...”
Pero mis manos, amigo,
sólo son unos pobres tendones mortales;
mi cuerpo,
un pobre manojo de nervios, impotente
sobre el que pesará la piedra
del silencio algún día
CANCIONES DEL CUARTO MUNDO
Hace 10 años
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