No quiero más sueños
que me puedan hacer sentir bien,
ni pensar en que mañana tal vez
podré deshojar margaritas a tu lado.
Hoy sólo tengo estos pies descalzos
que van y vienen por la vida de puntillas.
Hoy hago mi camino andando
con el cascabel en el tobillo,
como antaño...
cuando tenía tanto amor
por derrochar,
cuando no había nubes ni piedras
y senderos de mil colores
se abrían generosos a mi paso.
No quiero contener la respiración
y sentir erizárseme el vello
al escuchar tu voz,
ni pensar en que mañana
podré refugiar mi corazón
entre tus brazos.
Hoy sólo me tengo a mí misma:
Aquí y ahora, sola, frente al mundo.…
Y hago mi camino andando,
con mucho amor por derrochar
y el cascabel en el tobillo,
como antaño…
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