25 de noviembre de 2008

Una llamada

Sólo fué una llamada de teléfono inesperada. Al colgar tenía una sonrisa y un montón de cosas sobre las que reflexionar.

Soy consciente de que me paso la vida buscando... Buscando un motivo para seguir, buscando mi paz interior, buscando alguien que camine a mi lado, buscando el sentido a las cosas...

A veces uno cree encontrarlo pero sólo es algo efímero que pasa de largo en la vida. A veces no lo ves claro y te asusta el resultado, o no te llena porque no es como esperabas, otras tu mismo lo ensalzas y le das una importancia pensando en tu fuero interno que más dura será la caida, porque en el fondo de tu corazón sabes que algo falla. Y tratas de buscar algo sustitutivo con que emocionarte.

Yo necesito sentir correr mi sangre en las venas, necesito gritar, reir a carcajadas, llorar desde el fondo de mi corazón, notar el frío del invierno erizarme la piel y sudar los rayos de sol en verano, cantar a voz en grito cuando conduzco, pelearme contra el mundo entero si es preciso, vibrar hasta romperme cuando hago el amor, dejar una parte de mí en cada intento... No me sirven medias tintas... No quiero retales de sentimientos ni momentos con cuentagotas.

Y sigo buscando porque nada consigue llenarme lo suficiente, porque lo quiero todo y nada de ello es material. Porque tal vez algún día y de alguna manera encuentre algo o alguien que llene mis espacios.

Tan sólo fué una llamada.
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