Sé que estás ahí
conmigo, al otro lado,
acompañando mis soledades
sé que descuelgo el teléfono
y te tengo.
Tantas veces he necesitado
que abrieras los brazos
y llorar en tu regazo...
pero la Perla
es una chica dura
y tal vez nunca lo has notado;
porque ¿no lo ves?
yo puedo con todo,
hasta con lo más amargo.
Tantas veces
he pensado en tí,
a punto de salir corriendo
a tu encuentro,
te hubiera llamado
pero venga, que yo puedo sola
¿quién dijo miedo?
y sino, pues lo he intentado.
Pero no puedo evitar
la necesidad imperiosa
(porque solo es una pose,
no soy tan fuerte)
de que me cojas de la mano,
me contagies tu seguridad
y me regales tus sonrisas
cuando me voy derrumbando.
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