27 de enero de 2007

Os propongo un juego


Juguemos a ser mejores...

No los más guapos ni los mas atractivos,
una sonrisa y una mirada realmente sinceras
pueden ser mucho mas cautivadoras. Y nunca envejecen.
No los más listos.
Aprender para enriquecernos a nosotros mismos,
para tomar conciencia y que nuestros actos
sean mucho más sabios.


Juguemos a respetar a los demás...

Porque tan sólo somos personas que cometemos errores
y no somos quien para juzgar los errores de los demás.
Nos enriquecería más aprender de ellos.
Respetar a los demás es respetarse a uno mismo.


Juguemos a ser valientes...

Porque valiente no es el que va a hacer una guerra,
ni el que hace puenting
ni el que se planta frente a un toro.
Valiente es el que va de frente, sin armas, desnudo
y se arriesga a ser herido, criticado, vapuleado...
ese dolor sí es profundo. No hay nada que duela más
que las heridas del alma.


Juguemos a dar...

No es más rico el que más tiene sino el que más entrega.
Y la mayor riqueza está en uno mismo.
Tener cosas materiales no te hace mejor
pero si tienes amor que dar, oidos para escuchar,
ojos para ver más allá, palabras sinceras, calor humano,
brazos para compartir.... nunca imaginarás cuánto tienes.


Juguemos a ser personas...

Nunca seremos dioses a quien admirar.
Ni seremos el centro del universo. Sería demasiada vanidad
si reparamos en los millones de personas que pueblan el mundo.
Tal vez si fueramos más humildes y sintiéramos
que al final somos todos iguales, seríamos más felices.

Tal vez si jugáramos a no envidiar, a no herir, a ser más humanos,
a dar lo mejor de nosotros mismos...
todo (en la red o en la vida cotidiana),
funcionaría mucho mejor.


¿Jugamos a pensarlo?

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