En algún punto me quedé vacía...
aunque sienta el alma llena de impulsos
y sentimientos bregando por resurgir
dejándome sin aliento.
Me sentí obscilante
como un péndulo que sólo va y viene por inercia,
aunque los sentimientos se acumulaban
y pugnaban por escapar de mí
en avalancha en cualquier momento...
Y en este punto sentí
que se me atravesaban las palabras.
Y de pronto contengo el aliento y de pronto
sólo se escucharos.
En algún punto dejé de expresarme,
no quise hacerlo.
No quise clamar a los cuatro vientos
que en algún punto me rompí y me torné silencio.
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